Este relato es una mera especulación de lo que pasó - Librería digital

martes, 28 de junio de 2022

Este relato es una mera especulación de lo que pasó

 Este relato es una mera especulación de lo que pasó aquel día en la ciudad

Todo comenzó una tarde nublada de mayo, un día normal en la ciudad, la gente iba de un lado para otro sin darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor. De repente, un grito perforó el aire, seguido de un estruendo. La gente corrió en todas direcciones, tratando de alejarse de lo que fuera aquello. Algunos entraron en pánico, otros trataron de ayudar a los heridos. En medio de todo el caos, nadie notó la figura oscura que se movía entre la multitud. Era un hombre, o al menos eso parecía, cubierto de una capa negra que le ocultaba el rostro. Caminaba con determinación, como si supiera adónde iba. De repente, se detuvo ante un edificio de aspecto frágil. La gente corría en todas direcciones, tratando de alejarse de allí, pero él no se movió. La figura oscura levantó una mano y la posó en la puerta. Esta se abrió de par en par, como si la hubiera abierto una ráfaga de viento. El hombre entró en el edificio y la puerta se cerró detrás de él. Dentro, todo estaba en silencio. El hombre caminó por el pasillo, sin hacer ruido. Llegó a una habitación y miró dentro. Había una cama, una mesa y una silla. En la mesa había una foto de una mujer y un niño. El hombre sintió una punzada en el corazón. Entonces, supo lo que tenía que hacer. Caminó hacia la cama y tomó a la mujer en sus brazos. Luego, la llevó hasta la mesa y la dejó suavemente sobre ella. La mujer abrió los ojos. Miró al hombre fijamente, pero no parecía reconocerlo. Él le acarició la cara suavemente y la mujer sonrió. -¿Quién eres? -preguntó ella. -Alguien que te quiere -respondió él. La mujer cerró los ojos y suspiró. -Te extraño -murmuró. Luego, la mujer volvió a abrir los ojos y miró al hombre. -¿Cómo te llamas? -preguntó. -No importa -respondió él. La mujer asintió y cerró los ojos. El hombre la abrazó y la sostuvo hasta que ella se quedó dormida. Luego, la llevó a la cama y la cubrió con las sábanas. La mujer suspiró y se volvió a dormir. El hombre la miró un momento, luego salió de la habitación y cerró la puerta.

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